Edgar
No me acuerdo de Alejandra, la verdad. De Edgar sí. Yo era una niña, mientras que él, tenía 15 y se llamaba igual que mi mejor amigo. Alejandra era su hermana.
Vivíamos en el mismo edificio, solamente que yo en planta baja y ellos en el tercer piso.
Edgar jugaba conmigo a los power rangers. Corríamos por todas partes y todos los vecinos nos regañaban. Íbamos hasta la azotea del edificio, donde tendían la ropa, y nos arrojábamos las pinzas, o cubetas, o lo primero que nos encotráramos.
Para mí no era nada extraño que un chavo de 15 años corriera detrás de mi y jugara conmigo. Pero al parecer para el resto del edificio era aberrante.
Tiempo despúes recuerdo ver a Edgar acompañado de su mamá, todas las mañanas se iban desde temprano y yo jamás supe a qué hora regresaban.
Justo después de eso me enviaronpor paquetería a vivir con mis abuelos, por que nos íbamos a cambiar de casa. Viví con ellos más o menos 2 años, o a lo mejor fue menos tiempo, total, que importa, para mi fue una larguísima estadía.
Cuando terminé segundo de primaria volví a vivir con mis papás, en una casa nueva. Entré a una escuela nueva y tuve nuevas amistades. Me alejé completamente de todo lo que antes había vivido, y sí, jamás volví a saber de Edgar.
Apenas hoy en la mañana me acordé de él.
Le pregunté a mi mamá y me dijo que Edgar vivía con su madre y su hermana, y que sus papás tenían poco de divorciarse cuando nosotros llegamos a vivir a ese edificio. A ninguno le había caido bien lo del divorcio, y con el tiempo las cosas fueron empeorando para ellos.
Finalmente, lo inevitable ocurrió, y justo después de que me mandaran con los abuelos, Lola, la mamá, se sumió en una enorme y constante depresión, Alejandra se convirtió en prostituta y jamás regresó, mientras que Edgar, se perdió en las drogas y ya nadie supo si logró salir del viaje.
No supe que decir.
Solo recordé las coloridas pinzas de plástico que nos aventábamos hace 14 años.
Vivíamos en el mismo edificio, solamente que yo en planta baja y ellos en el tercer piso.
Edgar jugaba conmigo a los power rangers. Corríamos por todas partes y todos los vecinos nos regañaban. Íbamos hasta la azotea del edificio, donde tendían la ropa, y nos arrojábamos las pinzas, o cubetas, o lo primero que nos encotráramos.
Para mí no era nada extraño que un chavo de 15 años corriera detrás de mi y jugara conmigo. Pero al parecer para el resto del edificio era aberrante.
Tiempo despúes recuerdo ver a Edgar acompañado de su mamá, todas las mañanas se iban desde temprano y yo jamás supe a qué hora regresaban.
Justo después de eso me enviaron
Cuando terminé segundo de primaria volví a vivir con mis papás, en una casa nueva. Entré a una escuela nueva y tuve nuevas amistades. Me alejé completamente de todo lo que antes había vivido, y sí, jamás volví a saber de Edgar.
Apenas hoy en la mañana me acordé de él.
Le pregunté a mi mamá y me dijo que Edgar vivía con su madre y su hermana, y que sus papás tenían poco de divorciarse cuando nosotros llegamos a vivir a ese edificio. A ninguno le había caido bien lo del divorcio, y con el tiempo las cosas fueron empeorando para ellos.
Finalmente, lo inevitable ocurrió, y justo después de que me mandaran con los abuelos, Lola, la mamá, se sumió en una enorme y constante depresión, Alejandra se convirtió en prostituta y jamás regresó, mientras que Edgar, se perdió en las drogas y ya nadie supo si logró salir del viaje.
No supe que decir.
Solo recordé las coloridas pinzas de plástico que nos aventábamos hace 14 años.
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